El monopolio de las vacunas COVID
Además, estas farmacéuticas, como Pfizer/BioNTech y Moderna han destinado alrededor del 90% de sus vacunas a países ricos, dejando de lado a los más pobres debido a que estos no pueden alcanzar las desorbitadas cifras que ofrecen los países ricos. Por si no fuera, poco, por supuesto no acceden a transferir completamente la tecnología y los conocimientos sobre la vacuna a ningún productor, lo que podría aumentar en gran medida el suministros, reducir os precios y salvar muchas vidas que se están perdiendo por culpa de la codicia.
Por otro lado, COVAX, el organismo encargado de facilitar el acceso a las vacunas contra la COVID-19, ha estado pagando alrededor de cinco veces más caro de lo que cuesta su producción (1,20 euros). A esto se debe sumar que el suministro ha sido inadecuado y a un ritmo lento.
People´s Vaccine asegura que la reticencia de algunos países ricos e respaldar la eliminación de monopolios ha ayudado de manera directa la escasez de vacunas en los países más pobres.
Beatriz Novales, directora del área de Programas, Incidencias y Ciudadanía de Oxfam, asegura que “mientras las multinacionales farmacéuticas sigan monopolizando una tecnología que salva vidas, seguirán priorizando los contratos que puedan brindarles los beneficios más excesivos y dando la espalda a los países en vías de desarrollo”. “Con los presupuestos de los gobiernos en crisis en todo el mundo y los casos de COVID-19 al alza en muchos países en vías de desarrollo, es el momento de dejar de subvencionar a los multimillonarios. Es el momento de anteponer las personas a los beneficios.”
En conclusión, hoy en día mucha gente piensa que somos una sociedad avanzada que persigue el bienestar y el progreso común, pero casos como el del monopolio de las vacunas de la COVID-19 que provocó millones de muertes de personas inocentes, nos devuelve a la triste realidad en la que vivimos en la que el dinero vale más que los valores fundamentales y la vida.
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