La miseria de la posguerra, Autarquía y los años de hambre

La mayor catástrofe económica que se dio en España perduró desde el comienzo de la Guerra Civil hasta finales de los cincuenta debido mayormente por la aplicación de políticas erróneas por parte de la dictadura franquista. El grupo victorioso de la guerra,  trató de ser el único participante de la economía, sustituyendo la acción del mercado, por una intervención total del Estado en la economía, ocupándolo todo, provocando una terrible escasez y mercado negro, con el que nació una nueva clase, los estraperlistas, debido a la grave caída de la producción.

La caída de la producción, que en España se sostenía gracias a la agricultura, vino provocada en su mayor parte por el atraso que tenía en la posguerra el campo español, debido al difícil acceso a los abonos, la escasez de tierras de regadío o a la nula mecanización. También, esta crisis económica provenía de una alta inflación y escasez de capital y divisas y de un deficiente desarrollo industrial.
La recuperación que se pretendió llevar a cabo era meramente contradictoria debido a una exaltación de la patria, pero se seguía dependiendo del exterior para que se produjese un crecimiento, debido a la necesidad de obtener  materias primas como el petróleo. Además, España no gozaba de tecnología y capital financiero para lograr la reconstrucción y desarrollo de la industria y agricultura.

La autosuficiencia propugnada por el Régimen dio lugar al periodo de la Autarquía marcado por un gran proteccionismo y el abandono del mercado exterior. La Autarquía fue un paso más allá con el franquismo debido a la imposición de leyes de defensa y protección de la industria nacional y la creación del Instituto Nacional de Industria (INI). Franco se inspiró en la Italia de Mussolini sintiendo aversión por los sistemas capitalistas y liberales, siendo una política intervencionista.

Esta crisis económica provocó terror en la sociedad, debido a la escasez de alimentos y de necesidades básicas, pasándose momentos de gran hambruna entre la población, llegando a provocar graves enfermedades y la muerte. 

Por lo tanto, el resultado de esta desastrosa política intervencionista, fue la bajada del PIB por debajo de los niveles anteriores a 1929, alargándose hasta finales de los cincuenta, cuando empezaron a darse los primeros pasos hacia la recuperación y apertura de España.

Concluyendo, aunque hasta los 60 se había dado hambre y miseria, quedaba mucho para sacar a España de la ineficaz política del intervencionismo y protección de mercados. La salida de esta política y el principio de la recuperación no se dio hasta la llegada del Plan de Estabilización de 1959


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